En esta ocasión hablaré como el título indica de los guantes de los que dispongo actualmente, ya que son ellos de los que tengo referencia para poder buscar fotos y exponer las características y valoración personal de cada uno de ellos.
En primer lugar os traigo un guante de la marca Alpinestar modelo Moto GP Losail. Fabricados en cuero (piel vacuna) y de carácter deportivo. Tiene protecciones de fibra de carbono en los nudillos, y mediante espuma de alta densidad en muñequa y falanjes.
Puente entre el tercer y cuarto dedo, para evitar que se puedan separar en caso de caída. Refuerzo de ante sintético en la palma de la mano y cierre mediante velcro tanto en la muñeca como en el antebrazo. Ventilado mediante perforaciones en la piel en algunas zonas. El uso que le doy es para salidas de fin de semana, el cual desempeña su función con una nota de notable.
Durante esta semana tenía especial interés en visitar Ávila para ver su impresionante muralla y disfrutar de según dicen uno de los mejores chuletones de España. En esta ocasión disfrutaría de la compañía de Elena aprovechando su día libre, ya que Chus había regresado a Gran Canaria para cumplir con sus obligaciones laborales.
Quería una ruta libre de largas y aburridas autopistas, con lo que ya había trazado lo que para mí sería la mejor ruta posible. Debía ir a recoger a Elena a Guadalajara y de allí rumbo a Ávila. Una vez allí tuvimos que esperar más de lo previsto, lo que hizo plantearme un cambio de ruta, ya que de no ser así la ruta se alargaría mucho más allá de la puesta de sol.
Teniendo en cuenta que Elena llevaba muy poco tiempo viviendo allí y que el único motero a mano que tenía en ese momento era Quique decido llamarle para pedirle sugerencias teniendo en cuenta donde estaba. Él se encontraba en Vigo por razones de trabajo y me dijo: "No te puedes perder un pueblo que se llama Valverde de los Arroyos, luego vas dirección a Majaelrayo y una vez allí ya tienes libre elección para ir por el Parque Natural Hayedo de Tejera Negra".
Me quedaría sin mi tan ansiado chuletón, pero el cambio de planes de última hora bien mereció la pena. Dispuse la ruta en el GPS del móvil, nos preparamos y salimos a ruta en torno a las once y media de la mañana. Hacía un día agradable, más típico de principios del otoño que mediados de noviembre. Nublado pero sin amenaza de lluvia, ideal para salir de ruta en moto.
Nuestra primera parada sería Valverde de los Arroyos y al llegar comprendimos el acierto de haber hecho el cambio de planes.
Después de más de 500 km, 7
horas de ruta, casi 2 horas sentado en el suelo y bastante mojado tocaba
reanudar el viaje para acometer el último tramo del trayecto antes de obtener
mi recompensa en forma de ducha caliente.
Vuelvo a la carretera después de repostar donde aún me
quedan al menos otras 2 horas de camino. Por suerte ya había cesado de llover, lo
que facilitó el recorrido final después de haber estado toda la noche sin
dormir. Pese a lo acontecido, al llegar a mi destino, la satisfacción de haber
realizado aquel periplo me impedía tener sensación alguna de cansancio. Me
duché con el agua más caliente que mi frío cuerpo pudo soportar, me tomé un
vaso de leche caliente y al circuito a pasar un gran fin de semana.
Ya en el circuito nos encontramos con Quique y Maite, que no daban crédito de mis andanzas. Durante el fin de semana el plan era muy similar al año anterior. Paella el sábado en la avenida de la playa de la Malva Rosa, en Valencia y bocadillos de salchichas, beicon, etc. durante el tiempo que estábamos en el circuito. Una dieta muy "variada" pero como saben esos bocadillos ¡¡¡Mmm!!!.
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